photography – Yourmung’s den

Yo soy fotógrafo, antes q artista visual o diseñador soy fotografo; empecé en laboratorio con rollo a blanco y negro y experimentando con técnicas fotográficas decimonónicas, he vivido el cambio conceptual y técnico (lleno de debates) que ha implicado el paso a la fotografía digital y he leído por años especto al proceso lento para que la fotografía fuera considerada arte.

Por ello me resulta paradójico el sentimiento de deja-vu alrededor del papel de las AIs en la “creación” de obras artísticas (las comillas son para señalar la falta de consenso respecto a si se crea o no), argumentos como: “Si lo hace una máquina, no importa que sea una persona quien da la orden y defina los parámetros”, o “la producción masiva le quita el alma al arte” los he escuchado ad nauseam respecto al trabajo fotográfico a lo largo de la historia.

También respecto a obras como la de Warhol (si, si, yo se…), o Pollock.

En esta sociedad que se proclama post moderna pero sigue con pie y medio anclado en la modernidad es cada vez más difícil encontrar los límites (que nunca han sido claros) entre la creación como baluarte humano y otras formas de expresión artística.

¿Qué define al arte?, ¿la intencion del o la artista o artiste?, ¿una entidad con poder como una galería, la academia o un museo?, ¿el todo poderoso y supuestamente democrático mercado?, ¿los medios?.

Cuando Duchamp presentó su “Fuente” (que al parecer no era obra suya sino de Elsa von Freytag-Loringhoven, muy original un hombre tomando el crédito de una mujer) ¿a quién en su sano juicio se le ocurriría llamar un migitorio firmado una obra de arte?, aunque se podría argumentar que la pieza física en si misma no sería lo importante sino el concepto del ready made (se podría, no lo haré porque no creo en excusar el machismo).

Y más reciente, Comedian de Cattelan con todo su debate mediático, ¿es arte o no?

Pero ahí podemos argumentar que es una obra de arte por la intención del artista. Y también podríamos dar todo el discurso rebuscado lleno de fuentes para justificarlo.

Qué define una obra de arte ha cambiado muchísimo en los últimos dos siglos. El arte conceptual, el arte efímero, el arte digital (empleo términos super generales, lo se) nos han retado en nuestra conceción respecto a lo que decidimos o no llamar “arte.

Linguistic River de Gopakumar, por citar un ejemplo, lo consideramos arte pero ¿por qué?

Y ahora llegamos a lo más reciente, por citar un ejemplo: Unsupervised de Refik Anadol, con su manejo de AI, bases de datos y la colección del MOMA, es ¿arte?. Líneas de código con una premisa general pero caminos que ni tan siquiera Anadol termina de comprender.

O ya en mi área de interés directo, la controversia rodeando la “fotografía” (no fue una captura fotográfica como tal) PSEUDOMNESIA: The Electrician de Boris Eldagsen y su reconocimiento en los Sony World Photography Awards. Hay una intencionalidad, unos parámetros técnicos y un manejo del lenguaje, la historia y los códigos visuales de la fotografía (no se puede argumentar que no hay participación humana). Sin embargo es un collage, un “mutante” construido a partir de partes tomadas de la red para construir una nueva imagen, un collage digital donde los empalmes no son obvios y que ha “engañado” a jueces que uno supondría tienen una mirada entrenada.

Resulta paradójico que existan ciertos parámetros dentro del arte que son turbios, el staging, el framing, la edición, el retoque, la suspicacia respecto a las máquinas, a lo digital, a lo “no humano” y al mismo tiempo esas reglas constantemente son ignoradas por seres humanos.

¿Es ético? diría que es tan complejo como cuando un pintor hace su versión de una obra de arte clásica, es su versión así que es una nueva creación.

¿Es arte? esa pregunta es tanto o más compleja porque requiere que definamos qué es arte y qué no lo es en un mundo donde no hay fronteras y todas, todos y todes navegamos por el borde del mar envueltos en la niebla con miedo a ver si algún Maelstrom o algún Kraken nos esperan.

Siguiendo la metáfora forzada, la AIs pueden ser sirenas que nos llevan a hundirnos o faros que nos permitan iluminar nuevos caminos.

A la larga todo se reduce, otra vez, a nuestra capacidad como seres humanos de encontrar y otorgar sentido a los frutos de nuestro “ingenio”.

P.D.1. Se que he usado y abusado del uso de las comillas.

P.D.2. Uno de mis momentos favoritos de la historia y trasegar fotográficos es el pictorialismo, y me encanta porque no tenía tanto puritanismo y, en su afán de definir la fotografía como una nueva forma de arte, no tenía miedo de correr riesgos e intervenir las piezas.

P.D.3. Este post se vincula con mi blog sobre mi trabajo artístico y con imágenes, en donde he escrito más respecto a mis divagaciones en torno al tema de las AIs.

P.D.4. Este pequeño texto estaba en el “tintero” hace bastante, pero un hilo en Twitter (sorry Elon for use the dead name of your social mess) de GinaTerremoto (verlo aquí) me motivó a escribir alguna de las ideas sueltas.